Encuesta: Kicillof y Quintela entre los gobernadores con menor aprobación

Una encuesta de la consultora Zuban Córdoba revela la opinión de los argentinos respecto a sus gobernadores, destacando a Axel Kicillof, de Buenos Aires, y Ricardo Quintela, de La Rioja, entre los mandatarios con mayor rechazo. A continuación, un detalle de la situación política de cada mandatario provincial, ordenados según su nivel de desaprobación, de mayor a menor.

Ricardo Quintela (La Rioja): Lidera el ranking de desaprobación con un 54,8%, siendo el gobernador con mayor rechazo en el país. Con una aprobación del 45,2%, su gestión, que incluye la impresión de la cuasi moneda “El Chacho” y el cese de pago a las empresas eléctricas, enfrenta críticas que lo colocan en una posición complicada frente a su electorado, reflejando un clima de insatisfacción en la provincia.

Ricardo Quintela

Axel Kicillof (Buenos Aires): El gobernador de la provincia más poblada de la Argentina tiene una desaprobación del 51,9%, superando su aprobación del 47,8%. La polarización de su gestión, marcada por decisiones controvertidas en áreas clave como la economía y la seguridad, lo coloca entre los líderes con mayores desafíos para mejorar su imagen pública.

Gustavo Sáenz (Salta): Con un 51,1% de desaprobación y una aprobación cercana del 48,9%, el salteño enfrenta una división significativa en la opinión pública. La percepción negativa podría ser reflejo de tensiones sociales y desafíos económicos que impactan su administración.

Gustavo Melella (Tierra del Fuego): El gobernador de la provincia más austral tiene una desaprobación del 48,4% frente a una aprobación del 50,9%. La gestión de Melella se encuentra en un punto crítico, donde la aprobación no logra despegarse del rechazo, indicando una base de apoyo no del todo consolidada.

Jorge Macri

Jorge Macri (Ciudad Autónoma de Buenos Aires): En su debut como jefe de gobierno porteño, Macri presenta una situación de equilibrio con un 47,8% de desaprobación y un 51,9% de aprobación. Aunque el balance parece positivo, la considerable proporción de detractores revela desafíos para consolidar su liderazgo y mejorar su gestión luego de algunos traspiés.

Claudio Vidal (Santa Cruz): El mandatario santacruceño tiene una desaprobación del 44,4% y una aprobación del 52,9%. Su gestión enfrenta críticas importantes, aunque su nivel de apoyo supera al rechazo, lo que le brinda cierto margen para revertir la percepción negativa.

Ignacio Torres (Chubut): Con un 44% de desaprobación y una aprobación del 54,8%, Torres cuenta con un respaldo sólido en la provincia, aunque el alto nivel de rechazo muestra que aún existen desafíos para ganarse a todos los sectores. Sin embargo aparece como uno de los gobernadores con mejor proyección, y tras una rivalidad con Javier Milei en el inicio de la gestión del presidente, se perfila como un presidenciable. 

Nacho Torres

Martín Llaryora (Córdoba): La desaprobación del 44,8% de Llaryora contrasta con una aprobación del 54,5%. Si bien el balance es positivo, la proporción de críticos indica que su gestión no está exenta de cuestionamientos. El cordobés además, logra superar la aprobación del presidente Javier Milei entre sus votantes, un dato relevante de cara a las elecciones del 2025 en la provincia donde el libertario más votos sacó. 

Maximiliano Pullaro (Santa Fe): El gobernador de Santa Fe tiene un 45,5% de desaprobación, superado por su 54,1% de aprobación. El contexto político complejo de la provincia contribuye a la polarización de su figura. Sin embargo, ha logrado logros significativos en materia de seguridad, con un descenso de la violencia narco. Y es la principal carta del radicalismo moderado si se da una fractura en el seno del centenario partido. 

Maximiliano Pullaro

Hugo Passalacqua (Misiones): Con una desaprobación del 42,7% y una aprobación del 57,3%, Passalacqua goza de un apoyo relativamente fuerte, aunque su nivel de rechazo es indicativo de una porción significativa de la población que no está conforme con su gestión. El gobernador es uno de los aliados en el peronismo de Javier Milei. 

Leandro Zdero (Chaco): El gobernador chaqueño presenta una desaprobación del 42,7% y una aprobación del 56,6%. Estos números sugieren una gestión con más respaldo que críticas, que podría dejar atrás los largos años de gobierno peronista con Coqui Capitanich en la provincia. 

Frigerio

Rogelio Frigerio (Entre Ríos): Con una desaprobación del 41% frente a una aprobación del 56,9%, Frigerio se encuentra en una posición relativamente cómoda, con un buen nivel de apoyo, pero debe atender las demandas de quienes desaprueban su gestión. Desde su terruño. el ex ministro de Interior aparece así como una de las figuras para apalancar al menguado PRO de Mauricio Macri, 

Rolando Figueroa (Neuquén): Presenta un 41,6% de desaprobación y un 57,8% de aprobación, mostrando una base sólida de respaldo, aunque debe trabajar para reducir la brecha con sus detractores. Pero la provincia podría ser beneficiaria del viento de cola de la economía con el impulso de Vaca Muerta y las inversiones que lleguen con el RIGI.

Carlos Sadir (Jujuy): Con una desaprobación del 41,3% y una aprobación del 58,7%, el heredero de Gerardo Morales cuenta con un buen nivel de apoyo popular, lo que le brinda margen para afianzar su liderazgo en la provincia, y una eventual emancipación del líder hoy caído en desgracia. 

Massa y Weretilnek

Alberto Weretilneck (Río Negro): La gestión de Weretilneck cuenta con un 61,3% de aprobación, mientras que su desaprobación se ubica en el 37,8%, reflejando un apoyo consolidado. Una de las caras del peronismo que cosecha más aplausos, pero alejado de la disputa porteño centrista y concentrado en la gestión de su provincia. 

Raúl Jalil (Catamarca) y Gildo Insfrán (Formosa): Ambos mandatarios comparten un 58,4% de aprobación y un 39,9% de desaprobación. Aunque los niveles de respaldo son altos, el casi 40% de rechazo indica desafíos similares en ambas provincias. Dos caras del peronismo hoy en veredas opuestas. Uno refugiado en su feudo, el otro buscando puentes con el gobierno de Javier Milei. 

Osvaldo Jaldo

Osvaldo Jaldo (Tucumán): Cuenta con un 59,2% de aprobación y un 40,8% de desaprobación, lo que refleja un balance positivo, pero con áreas de mejora. El tucumano logra una validación importante en el versus con su antecesor, Juan Manzur, y un refrendo a sus políticas: hoy es el gobernador peronista más cercano a la Casa Rosada.

Marcelo Orrego (San Juan) y Claudio Poggi (San Luis): Orrego una aprobación del 58,2% y una desaprobación del 39,3%. Poggi, con un 59,7% de aprobación y un 40,3% de desaprobación, se posiciona entre los mandatarios mejor evaluados, aunque todavía enfrenta desafíos para ampliar su base de respaldo.

Alfredo Cornejo (Mendoza): Su gestión cuenta con un 59,4% de aprobación y un 39,8% de desaprobación, reflejando un nivel sólido de apoyo en la provincia cuyana. Otro de los hombres fuertes del radicalismo que podría pasar al frente ante un traspié de la conducción que hoy detenta el senador Martín Losuteau, vencedor de la interna partidaria el año pasado.

Cornejo

Gerardo Zamora (Santiago del Estero): Con una aprobación del 64,2% y una desaprobación del 33%, Zamora destaca entre los mandatarios con mayor respaldo, consolidando su liderazgo en la provincia. Uno de los gobernadores en los que se apoya Cristina Kirchner para palear la interna con Quintela, ya que la provincia es el tercer territorio con más afiliados al peronismo, detrás de la provincia de Buenos Aires y CABA. 

Gustavo Valdés (Corrientes): Su gestión tiene un 65,7% de aprobación y un 34,3% de desaprobación, lo que lo coloca como uno de los gobernadores con mejor evaluación a pesar de los escándalos en la provincia: el Caso Loan lo terminó salpicando, pero el gobernador parece haber dejado atrás el mal trago.

Sergio Ziliotto (La Pampa): Lidera la lista de aprobación con un 67,2% frente a una desaprobación del 26,9%, consolidándose como el gobernador con el mayor nivel de apoyo del país, a pesar de la crisis económica: justamente Ziliotto decidió mantener los subsidios y congelar las tarifas eléctricas, una decisión que puede tener beneficios en el corto plazo pero riesgos potenciales más adelante. 

por R.N.

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Fuente: Diario Perfil

Redacción