La tensión interna entre Schiaretti y Llaryora inquieta al peronismo
Hace unos meses, Juan Schiaretti perdió la calma a causa de un rumor que decía que podría ser candidato a intendente de Córdoba. Ya habían corrido versiones de ese tipo. Sin embargo, la primera vez que ocurrió tuvo una reacción diferente, allá cuando en su primera administración como gobernador, en declaraciones a la prensa –ahora no habla con periodistas– dijo que “quien fue Papa no quiere ser obispo” y clausuró el debate con una sonrisa.
La segunda vez fue diferente y a su ira, el gobernador la descargó contra el intendente de Capital y candidato a gobernador, Martín Llaryora. Esto fue así porque, en privado, lo acusó de ser el autor de esa versión.
Ahora volvió a enojarse feo con el candidato a gobernador y con el sector que éste orienta. ¿El motivo? La versión que fue echada a rodar desde la Municipalidad y que aseguraba que la elección provincial sería el 7 de mayo. Pronto salió el ministro de Gobierno Julián López, instruido por Schiaretti, para que descalificara esa fecha.
Como para poner paños fríos, dirigentes llaryoristas reconocieron que Schiaretti es quien tiene la facultad de establecer las fechas y definir el cronograma electoral. Sin embargo, los amigos del intendente aseguran que si la votación se realizara a fines de junio o más adelante, Llaryora correría más riesgos.
El nuevo enojo pasó pero no quedó en el olvido y la tensión se mantuvo por espacio de varios días. En el Centro Cívico no entienden muy bien qué pretende Llaryora con estos trascendidos, si es que es el intendente o alguno de sus laderos, el autor de esta jugada.
En las últimas horas, los llaryoristas no quieren ni escuchar hablar de ese tema que los incomoda y hasta los deja mal parados. Por eso, uno de los adláteres del intendente, el legislador provincial Juan Manuel Cid, hizo un acto para deponer sus aspiraciones y apoyar la candidatura de Daniel Passerini.
Segundas partes… Tal como pasó con Llaryora, tampoco hay nombres de los que secundarán a Passerini y, por el momento, hay que esperar la oficialización de la candidatura. La elección de su compañero de fórmula está abierta y será seguramente resuelta por el gobernador y Llaryora, con el OK del peronismo de Capital. “Está más que claro que Alejandra Vigo
–jefa del PJ capitalino– tendrá poder de veto”, aseguró un dirigente que sigue de cerca la evolución de la interna.
Algo similar ocurre en el cuadro provincial, aunque este caso tiene algunas particularidades que bien vale la pena repasar brevemente. En el Centro Cívico algunas voces afirman que como Passerini milita en el delasotismo, las chances de Natalia de la Sota de subir a la cima de las candidaturas disminuyen casi linealmente. La hija de José Manuel de la Sota sigue recorriendo la provincia y demuestra que quiere ser candidata a vicegobernadora, pero no recibe ningún visto bueno de parte del schiarettismo.
El gobernador sigue en la búsqueda de un compañero de fórmula para el candidato a sucederlo y quien se anota con entusiasmo y reclama un lugar es el intendente de Río Cuarto, Juan Manuel Llamosas. Aunque dueño de importantes votos en el sur provincial, lo cierto es que tampoco termina de entusiasmar.
Ante las indefiniciones y el paso de las semanas, no son pocos los dirigentes justicialistas que vuelven a sugerir el nombre de Alejandra Vigo, quien no juega directamente para mostrarse en la lista, pero tampoco descarta nada en público.
En los últimos días, volvieron a escucharse algunas voces tendientes a colocar a Vigo en esa carrera, más allá de que el peronismo de Capital también reclama la viceintendencia de la ciudad de Córdoba.
Allí, el dirigente mejor posicionado parecería ser el titular de la Agencia Córdoba Deportes, Héctor ‘Pichi’ Campana, pero no hay nada definido ni que permita ver el camino que seguirá el principal elector a la hora de definirse.
Precisamente, el momento de la definición, o mejor dicho de las definiciones, estará atado directamente a la difusión del cronograma electoral que, por ahora, está lejos de concretarse aunque se sigue mencionando al 25 de junio o al 2 de julio como fechas probables. También habrá que ver qué hará Schiaretti a nivel nacional ya que sigue trabajando en su instalación y buscando aliados para su proyecto antigrieta.
Con la dura misión de posicionarse en el conurbano boanerense, se reunió con el expresidente Eduardo Duhalde, quien fue durante algunos años el hombre fuerte del sector. Pero los años pasaron y el vicepresidente de Carlos Menem hoy no es lo que era. Su liderazgo dejó de ser un factor de unión y orden dentro del complicado justicialismo de la provincia de Buenos Aires, que hoy tiene a Cristina Fernández de Kirchner como principal referente.
La oposición cuenta los días en el almanaque porque tiene claro que el gobernador dispone de un plazo perentorio: deberá llamar a votar 90 días antes de los comicios. Y eso también desordena a Juntos por el Cambio ya que la paciencia que tiene Rodrigo de Loredo inquieta a su socio político, Luis Juez, quien daría el oro y el moro por tener las cosas aclaradas y comenzar ya a hacer campaña.
Un estudio encargad por una firma multinacional con sede en Argentina midió la intención de voto en Córdoba en una encuesta en la que simuló un cuarto oscuro. El resultado fue que la dupla Juez-De Loredo tiene el mayor rendimiento cuando el senador se presenta como candidato a gobernador y el diputado como aspirante a la intendencia de la ciudad de Córdoba. Todas especulaciones.
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Fuente: Perfil