Una mujer distinta y fuera de su tiempo

¡Qué maravilla el teatro, el arte escénico! La posibilidad de crear y recrear todo tipo de mundos. Ser testigos quietos de la travesía escénica, nosotras, nosotros, la audiencia.

Gracias a Lola Mora el 17 de noviembre es el día del escultor y la escultora nacional. Nos conocimos con Maria Marchi hace pocos meses, por haber trabajado juntas: ella como actriz, yo como iluminadora. En esta carrera por la deconstrucción urgente ya se sabe que toda discusión estética es ética, y que el activismo no perdona. 

Este material, este texto, esta biografía. Qué interesante y exigente a la vez es abordar una ficción que da cuenta de un personaje real. Desde la profesión escénica me pregunto muchas veces por los bordes, por los límites, por las zonas difusas de contacto entre las cosas. Lola Mora… y el imaginario vuela, estalla, descubre su ignorancia. Sabíamos muy poco de la vida de esta mujer. En busca de su biografía, encontrábamos otras cosas: fotos de Buenos Aires de su época, referencias de arte, de política, de historia nacional y mundial, de movimientos: fue muy interesante ingresar primero a esa idea de entorno que pudimos conformarnos para cuando llegaron las biografías.

Nos sumergimos. Decollage. Habitación sobria e iluminada accidentalmente por espacios, como un rompecabezas. Gran ventanal… Lola mirando hacia afuera, por momentos se dirige a alguien. Llueve. Su cuerpo en el suelo se asemeja a una mancha. Su hablar es ronco y quebrantado. Sus movimientos son torpes y bastante rígidos, a causa de la hemiplejia. 

Poco sabemos de la vida de esta mujer. Otra fuera de tiempo, adelantada. Ocupando espacios vedados por entonces para todo el género. Días finales, hemiplejia. Lluvia. Memoria que vuelve y se apersona en momentos cruciales, en conversaciones esenciales. 

Para abordar a estos personajes debemos sumergirnos en su época y sus normas de vida. Debemos contemplar, abrir la percepción, ingresar nuestra mirada, que sólo podrá ser contemporánea. La vejez: ¿cuál es el problema? El modo en que desvalorizamos a personas ancianas que tiempo atrás fueron luceros e hicieron grandes innovaciones en el arte (donde le permitían a Lola desarrollarse) o en la minería (donde fue además de pionera, también cercenada y limitada…¿por ser mujer?) Sin autorización para la libertad, ella logró catapultarse hacia su deseo, ¿perdonará su entorno social esta desfachatez? Época de la acción 1907/1936. 

Las esculturas de Lola Mora están en Argentina y son parte de su Patrimonio Artístico Nacional. El texto escénico de Carlos Vittorello aborda muchos temas de urgencia nacional: la vejez para el Estado, la vejez en El Arte, la supervivencia del artista en Latinoamérica. El paso del tiempo en la vida política Nacional. La autonomía económica y social del género femenino. Las consecuencias personales derivadas de un Estado que no asume el rol social del arte.

Lola habla y todo lo ausente se materializa en injusticia, lucha que perdura en el tiempo, la de ella y la nuestra, la boca de un personaje escénico es hermosa, mediante la poesía y la acción nos reubica e informa. El texto vuelca imágenes visuales que confirman su derrotero, su deseo y su autopercepción incomprendida, demasiado precoz. Lola no está sola en esta obra, se impone una última misión, la de siempre, trabajar para esculpir, sacar lo que no va, leer el potencial majestuoso de una piedra, y con ella sus fantasmas, sus amores, sus derrotas. Vehiculizar su lucha, su energía dispersada en el injusto desmembramiento de su obra, es la misión que nos imponemos. Conocerla, recorrerla hoy, completar esos tramos de vida que hoy son faltante, oscuridad, huecos. ¿Sabemos quién fue Lola Mora? 

Hoy es nuestra puerta para la reflexión.

*Directora de Lola Mora, un ángel audaz.

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Fuente: Perfil

Redacción