Invertir en oro: cómo hacerlo desde Argentina
En ese contexto, durante 2022, los bancos centrales del mundo, según datos de bancos y organismos como el BIS, el Fondo Monetario Internacional (FMI), Consejo Mundial del Oro (WGC) y otras fuentes, compraron 1.136 toneladas en 2022, el nivel más alto desde 1967 y 150% más que en el año previo.
“Los bancos centrales invirtieron el año pasado alrededor de u$s70.000 millones en reservas en oro porque consideran que es un bien que conserva su valor en el tiempo y permite capitalizar las reservas cuando hay inflación y menor demanda de dinero”, explica el economista Federico Glustein a Ámbito.
La fiebre del oro: por qué se da y qué números tiene
De hecho, el WGC informó que la demanda de ese metal precioso llegó a un máximo de 11 años en 2022 y se registró el segundo nivel más alto de demanda anual de los últimos 55 años. Esto se dio tras dos años de que su precio cayera a su nivel más bajo en una década.
El motivo que de la suba que señala el WGC son, justamente las “compras colosales” de los bancos centrales, con fuertes apuestas de países emergentes, como China y Turquía.
No obstante, el ranking mundial de los mayores 100 países tenedores de oro no mostró fuertes cambios y sigue liderado por Estados Unidos, con más de 8.133 toneladas, seguido por Alemania con 3.355 toneladas, en tanto que Argentina se ubica en la mitad de la tabla, con casi 62 toneladas.
Así, en el último trimestre de 2022, el metal valor del oro subió un 19% y superó los u$s1.900 por onza, su mayor precio en nueve meses. Esta dinámica hizo que las tenencias de fondos cotizados vinculados a la materia prima gozaran de menos salidas que en el año anterior.
Invertir en oro: cómo viene 2023
Y, este año, aunque ha caído un poco en los últimos días, el oro mantiene su valor por encima de los u$s1.900, sostenido por la incertidumbre hacia adelante en la economía internacional, por lo que se espera que los bancos centrales continúen siendo compradores netos en 2023, aunque quizás esa demanda no alcance los niveles del año anterior porque “permite evitar que la inflación y la emisión de dinero no dañen las reservas generales”.
En consecuencia, los expertos sostienen que el oro se encamina a consolidarse como el refugio de valor para hacerle frente a la inflación mundial, teniendo en cuenta que las características que convierten al oro en uno de los favoritos de los bancos centrales son su desempeño en tiempos de crisis y su papel como reserva de valor a largo plazo. Entonces, ¿es un buen momento para invertir en este metal precioso?
Para Glustein, “es un buen momento para invertir en oro”. Detalla que hay varias formas de hacerlo. Una de ellas es en el metal físico. Algunos bancos venden oro físico y considera que “esa sería la mejor opción porque podría llegar a tener mayor rentabilidad a largo plazo”.
Oro: ¿cómo invertir en este metal precioso?
Desde Grupo Broda, la economista Elena Alonso, señala al respecto que lo que se hace en estos casos es “comprar oro físico a través de los bancos y guardarlo en una caja de seguridad o donde lo desee el inversor”.
El problema, en estos casos, según Glustein, es que es muy difícil después hacerlo líquido porque se debe encontrar un demandante en el momento adecuado, que es cuando suba, para tener una mejor rentabilidad.
En este caso, menciona que otra opción es apuntar a la joyería o elementos que contienen oro, “que se pueden guardar y no tiene tanta variación en el tiempo”. El problema de esta opción es que la rentabilidad suele ser menor y también, por supuesto, el riesgo de robos, pero, al igual que en el caso anterior, se pueden conservar en cajas de seguridad.
“Otra alternativa más sofisticada son los futuros de oro, una operación financiera en la que se exige una garantía para hacer la operación”, señala Alonso. En ese caso, si el inversor espera a que suba el precio del oro y se quiere resguardar el capital, se puede comprar ese activo, cuyo valor responde a las previsiones del valor del metal. “Si aumenta el oro, va a recibir una diferencia diaria por el movimiento del precio que tenga”, explica.
Para Javier Marcus, gerente de Negocios de Southern Cross, “los futuros de oro de MatbaRofex son es una de las mejores alternativas para invertir en oro en Argentina”, ya que permiten ingresar y salir en pesos en un contrato de una onza de oro dolarizado.
“No es necesario tener oro y permite realizar coberturas de riesgo a precio de oro y activos relacionados en un mercado local. Además, para especular, tiene un gran condimento: permite apalancarse más de 20 veces”, describe.
Marcus explica que este producto sigue los precios del Chicago Mercantile Exchange, lo que permite tener un precio arbitrado y, por ende, spreads pequeños para entrar y salir, lo que, para Marcus es “un tema muy importante a la hora de operar oro”.
Asimismo, otra opción para invertir en oro son los ETFs, que son fondos atados a la cotización del oro. “Se trata de fondos cotizados, que son como canastas de activos relacionados a sectores, como el del oro, por ejemplo”, indica Alonso.
Las criptomonedas y los CEDEARS
Por otro lado, están las criptomonedas atadas al oro, que entran en la categoría de stablecoins y son una opción más segura que los demás activos del mundo cripto. Son similares a los fondos de oro y algunas de ellas son Pax Gold, Gold Mint o Tiberius (que, en realidad, es un mix de metales preciosos).
En argentina hay también algunas casas de bolsa que ofrecen Fondos Comunes de Inversión (FCI) atados al oro. Y, finalmente, Alonso menciona que otra posibilidad es comprar el CEDEAR (títulos de empresas de otros países que cotizan en la bolsa local) de una empresa explotadora de oro, o un proveedor del sector del oro, que se valorizará si sube el valor del oro o crece la industria asociada.
Son muchas las opciones, sin embargo, para Glustein, este no sería el mejor momento para invertir en activos derivados de ese metal, aunque sí para apostar por el oro en sí mismo. ¿Por qué? Es que considera que “la industria vinculada a ese elemento precioso tuvo una caída el año pasado y eso hace que existan fuertes probabilidad es de que todo lo que sea activos vinculados al oro caigan este año”.
“Se espera que, al haber mayor inversión en oro físico, los ETFs y los futuros varíen o vayan a la baja, sobre todo en un contexto en el que, si bien va a ser bueno para el oro, es probable que no alcance los niveles de compra por parte de los bancos centrales de 2022”, concluye Glustein.
Fuente: Ámbito