Revelaron el brebaje que usaban los antiguos egipcios para embalsamar
Arqueólogos y científicos descubrieron que el brebaje con el que embalsamaban en el antiguo egipcio contenía características particulares de cada uno de los ingredientes, incluso algunos elementos identificados podrían provenir de diferentes fuentes. La técnica de momificación fue usada en Egipto por 4.000 años.
Stephen Buckley, arqueólogo de la Universidad de York en Inglaterra y uno de los autores del nuevo estudio, expresó en la BBC la receta que usaban los egipcios para momificar:
- Aceite vegetal, posiblemente aceite de sésamo
- Extracto de plantas o raíces “tipo bálsamo” que podría provenir de una especie de junco (Scirpus holoschoenus)
- Goma vegetal, un azúcar natural que podría haber sido extraído del árbol de acacia
- Crucialmente, resina de alguna conífera, probablemente resina de pino
Al mezclarse con el aceite, la resina le otorgaba propiedades antibacterianas, que impedían la descomposición del cuerpo. “Hasta ahora no teníamos una momia prehistórica que permitiera demostrar tan perfectamente desde el punto de vista químico los orígenes del proceso que llevó a la momificación que todos conocemos”, señaló Buckley.
“En general se pensaba que la momificación había comenzado cerca del año 2.600 a.C., cuando se construyó la Gran Pirámide”, afirmó Buckley. “Pero encontramos pruebas de que la tradición de preservación de cuerpos comenzó antes”.
El embalsamamiento fue uno de los primeros impulsores de la globalización
Para poder descifrar los ingredientes utilizados por los egipcios, los científicos analizaron la momia del museo de Turín. La elección se debió a las características de conservación que, durante miles de años, sus rasgos faciales se distingan aún hoy.
Los expertos han revelado que los antiguos egipcios eran maestros en química y sabían exactamente qué ingredientes se necesitaban para evitar que la carne se descompusiera. La primera parte del proceso de embalsamamiento, que tomó un total de 70 días, involucró la extirpación de los órganos internos de las personas, excepto el corazón.
El cuerpo habría sido cubierto con un tipo de sal llamado natrón para secarlo, antes de que los embalsamadores lo ungieran por dentro y por fuera para ayudar a preservar la piel. Todo el proceso fue para ayudar a ‘transformar’ a un individuo de un ser terrenal a un ser divino, y prepararlo para la otra vida.
El profesor Philipp Stockhammer, que también trabajó en el estudio, dijo que uno de sus hallazgos más sorprendentes fue que las resinas tropicales se habían transportado hasta el sudeste asiático.
“El embalsamamiento fue uno de los primeros impulsores de la globalización porque significaba que era necesario transportar estas resinas a grandes distancias, desde el sudeste asiático hasta Egipto”, concluyó.
El Dr. Maxime Rageot, uno de los autores de la Universidad de Tubingen en Alemania, resaltó que “el embalsamador ha utilizado algunas sustancias que podrían ser importantes tanto por sus propiedades antifúngicas como antimicrobianas”. El especialista, además, destacó que ese tipo de sustancias son útiles para preservar el tejido humano y reducir algunos olores desagradables.
El científico además recalcó que “estas personas usaban sustancias antibacterianas y antifúngicas para mantener la piel mejor conservada, pero sin tener antecedentes microbiológicos, sin saber de bacterias”. El Dr. Rageot concluyó: “Mi punto culminante personal fue ver este enorme conocimiento que se ha acumulado a través de siglos de experiencia en el embalsamamiento”.
NT / ED
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Fuente: Perfil