Evitó que asaltaran a una joven pero recibió un disparo en el pie

El sábado, alrededor de las 23, Alejandro López iba como de costumbre en su moto por la calle Sarratea, a unas cuadras de su casa, pero al llegar a la esquina de Rafael Obligado observó que un hombre estaba asaltando a una chica de unos veinte años, e intentaba robarle la cartera.

“Forcejeaba con ella y dio un tiro al aire para asustarla. Pero a mí no me intimidó. No lo dudé y decidí intervenir, porque había muchas personas y nadie hacía nada”, comentó López.

El hombre recuerda que el asaltante y un segundo delincuente a bordo de una moto actuaron coordinadamente y a cara descubierta.

Dice que su reacción fue porque vio a la muchacha indefensa, aunque no la conoce.

“La chica gritaba y yo encaré con la moto al que estaba forcejeando con ella. Después lo seguí cuando buscó subirse a la moto con su cómplice y entonces me dio un tiro en el pie derecho”, relató López.

La breve persecución fue por calle Sarratea, por donde él venía circulando, hasta mitad de cuadra, antes de llegar a la Avenida Perón.

Tras recibir el impacto de bala en el pie derecho, López fue trasladado hasta el Hospital San Antonio de Padua, donde lo asistieron, para luego recibir el alta.

“Me fracturó y rompió parte del hueso de un dedo. El plomo me traspasó el pie y quedó en la zapatilla”, precisó el herido. Ahora, tiene por delante un período de rehabilitación de un mes y medio.

López negó que haya actuado por impulso, sino por convicción personal. “Lo volvería a hacer. Ni lo pienso. No me gusta la injusticia para nada”, le dijo a Puntal.

En cuanto al resto, el hombre indicó que el hecho ya está en conocimiento de la Policía, que busca a los autores.

“Hoy (por ayer) fui por tercera vez a la comisaría de Alberdi para hacer la denuncia. Pero ya la había hecho antes la chica, por el robo. A mí me tomaron como damnificado por lesiones por arma de fuego”, señaló.

Finalmente, reconoció que esta vez se vio envuelto en la escalada de casos de violencia que se dieron en el barrio Alberdi.

De hecho, comentó que el último homicidio, el de Darío Tolosa, se dio muy cerca de donde vive. “Fue a la vuelta de mi casa. Yo lo veía a esto de afuera, pero ahora me tocó a mí”.

“Hoy siento que no puedo salir de casa cuando oscurece. Se siente mucha impotencia”, expresó.

Fuente: Puntal.com.ar

Redacción